LA MÚSICA CONECTA CON NUESTRA ESENCIA HUMANA
¿Tenemos interiorizados ciertos intervalos de forma natural, o escalas musicales?
Al parecer, sí.
Bobby McFerrin, el compositor que se hizo famoso por la canción “Don´t Worry be happy” (entre otros temas), en una conferencia en junio 2009, en el Festival Mundial de Ciencia, demostró cómo de forma intuitiva somos capaces de “intuir” cuál es la nota que debe sonar tras una secuencia “natural” de intervalos en una escala pentatónica (de 5 sonidos).
Veamos el video:
https://youtu.be/ne6tB2KiZuk?si=434–qur0Iwk8vZE
Con esta exposición, el compositor quiso demostrar cómo:
→ la música trasciende las fronteras culturales, geográficas, socioculturales, etc.
→ la música está íntimamente conectada con nuestra especie humana. No importa dónde vivamos o qué música nos guste (o disguste).
→ Podemos anticipar, como especie, cuál será el sonido que “debería sonar”.
¿Por qué es importante?
→ Porque destaca la universalidad de la música como un “lenguaje” que trasciende fronteras, de todo tipo.
→ Porque todas y todos podemos “cantar” la nota que “debería seguir” en la secuencia natural planteada por el músico.
→ Porque la música tiene el poder de evocar emociones profundas, que no vienen determinadas por nuestro proceso “racional”.
→ Porque nos recuerda que la música tiene una conexión con nuestra esencia más profunda, llámalo alma, espíritu, energía…
→ Porque la música no es solo una secuencia de notas, sino también un lenguaje que entendemos desde lo más profundo de nuestro ser, alma o espíritu
Independientemente de dónde hayamos nacido, de nuestra historia familiar, de nuestra ideología, estudios, diversidad sexual, ideológica o social…
La música nos une…
y nos conecta con nuestro ser interior.
Imagen portada Pixabay
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