El sonido es vibración. Es una forma de energía que puede ser percibida por el oído humano.  Para que se produzca el sonido es necesario que un cuerpo vibre y se requiere un medio para que las vibraciones producidas viajen en forma de ondas sonoras. El sonido, por tanto, no puede viajar en el vacío.

Dependiendo del medio el sonido viaja más o menos rápido.

En el aire, en condiciones normales de temperatura (20 ºC) y humedad (50%), la velocidad del sonido es de 343 metros por segundo. Cuanto más caliente sea el aire, más rápido viaja.

En el agua, en cambio, viaja 4 veces más rápido: a 1.481 m/s.

La velocidad del sonido es más rápida en los sólidos que en los líquidos y en los gases.

El diamante es el medio en el cual el sonido se propaga más rápido: a 12.000 m/s, dos veces más rápido que en el aluminio, que es el metal en el cual la onda sonora se propaga más rápido.

No todos los sonidos son iguales. ¿A qué se debe? A las cualidades del sonido.

Al igual que el lenguaje pictórico se compone de varios elementos (forma, color, espacio y trazo), el sonido también tiene cuatro cualidades:

• frecuencia
• intensidad
• altura
• timbre

Frecuencia:

Tambien llamada altura. Nos permite distinguir entre un sonido grave y otro agudo.

Entre el sonido de un trueno y el del pitido. Es el numero de vibraciones completas por segundo producida por la fuente de sonido. Cuantas más vibraciones haya, más agudo será el sonido. Se mide en herzios.

Duración:

Nos permite diferenciar entre sonidos cortos o largos, por ejemplo entre el clic del ratón y el mugido de una vaca. En términos de la física, se refiere a la longitud de la onda, es decir, a la distancia entre dos puntos idénticos de una onda (dos crestas o dos valles consecutivos). Un sonido se prolonga mientras continue el movimiento vibratorio.

Intensidad:

Es el volumen de un sonido, lo que produce sonidos fuertes o débiles, por ejemplo entre el motor de un avión y un susurro. Equivale a la amplitud de la onda sonora. Cuanto más grande es la amplitud de la onda, más fuerte será el sonido. Se mide en decibelios.

Timbre:

Es la cualidad que más matices nos aporta de un sonido: sonidos oscuros, roncos, suaves, dulces… Está muy determinado por el material o fuente que emite el sonido, y la forma como lo emite. Nos permite identificar qué o quién emite un determinado sonido; por ejemplo, una misma nota tocada en un piano y en una trompeta, o entre los ladridos de un perro o los maullidos de gato. Es como el “color” en la pintura. Estos “matices” vienen determinados por un sonido fundamental y los armónicos que produce (ondas secundarias más débiles que vibran al mismo tiempo).

Los seres humanos solo podemos oir sonidos entre los 20 y 20.000 Hz de frecuencia. Nuestros animales de compañía tienen un rango más amplio de audición. Entre 67 y 45.000 Hz los perros, y entre 45 y 64.000 Hz. los gatos.

Partiendo del rango de audición humano, clasificamos los sonidos en ultrasonidos e infrasonidos.

Ultrasonidos:

Son los sonidos que cuya frecuencia está por encima del rango de audición humano, o sea, superiores a 20.000 Hz. Algunos ejemplos de sonidos ultrasónicos son el sonar, la ecografía, la limpieza ultrasónica y la soldadura ultrasónica

Infrasonidos:

Tienen una frecuencia menor a la que percibimos los humanos (20 Hz). Los sonidos infrasónicos pueden tener efectos físicos y psicológicos en las personas, como provocar ansiedad, tristeza o temblores.

Según el tipo de armónicos que produce un sonido, podemos clasificarlos en:

• Sonidos de armónicos lineales
• Sonidos de armónicos no lineales
• Sonido puros o sin armónicos